sábado, 11 de julio de 2015

sólo poesía (con limón)

El limonero lánguido suspende...[Poema: Texto completo.]Antonio Machado
El limonero lánguido suspende
una pálida rama polvorienta
sobre el encanto de la fuente limpia,
y allá en el fondo sueñan
los frutos de oro...
Es una tarde clara,
casi de primavera;
tibia tarde de marzo,
que al hálito de abril cercano lleva;
y estoy solo, en el patio silencioso,
buscando una ilusión cándida y vieja:
alguna sombra sobre el blanco muro,
algún recuerdo, en el pretil de piedra
de la fuente dormido, o, en el aire,
algún vagar de túnica ligera.

En el ambiente de la tarde flota
ese aroma de ausencia
que dice al alma luminosa: nunca,
y al corazón: espera.

Ese aroma que evoca los fantasmas
de las fragancias vírgenes y muertas.

Sí, te recuerdo, tarde alegre y clara,
casi de primavera,
tarde sin flores, cuando me traías
el buen perfume de la hierbabuena,
y de la buena albahaca,
que tenía mi madre en sus macetas.

Que tú me viste hundir mis manos puras
en el agua serena,
para alcanzar los frutos encantados
que hoy en el fondo de la fuente sueñan...

Sí, te conozco, tarde alegre y clara,
casi de primavera.





POESÍA
01 09 2009
Anhelo de una tribu universal  (poemas) por Alberto Blanco

SUEÑO EN UNA ESTACIÓN 

DE TRENES AL AMANECER

Estoy en una estación

a bordo de un tren

Camino de carro en carro

de puerta en puerta

Paso gabinetes y fuelles

ventanas encendidas

Pero al poco tiempo

ya no hay ventanas

No hay fuelles ni carros

no hay tren ni estación

Sólo la luna dormida

sólo el cielo y la tierra

Y las blancas estrellas

que iluminan este poema




NOSTALGIA
Allí está el cielo: ahora veo.
Allí está el cielo abierto

esperando por lo mejor de mí.

Atrás quedan los padres

los amigos, los consejos…

Los juguetes soñados en la infancia,

el árbol de los deseos,
la noche al fondo de la alberca,
el parque del primer beso.

Lo veo todo a la distancia

como un cuerpo que se despierta
al fondo de un paisaje.
Lo veo como si no fuera cierto.

Hemos venido a la vida

a despedirnos de todo lo que amamos,
de aquello que nos fue dado,
de todos los que queremos.

Pero justamente allí está el cielo.

Qué voy a hacer contigo, dime,

a dónde quieres que te deje,
si a donde quiera que voy
tú vas conmigo
y me recuerdas siempre
mi condición de hombre
atado al potro de la sangre
y al agridulce rastro del deseo…

Basta mirar

la suave curva del cielo
para sentirte entre mis manos.

Sólo tú sabes de cierto

que mucho más que el dolor,
el miedo o el amor
al conocimiento,
me movió la belleza
de un rostro
en su desigual perfección:
la proporción exacta
de un cuerpo real
equilibrado
a la sombra de unos ojos
y al borde de unos labios.

Tú lo sabes de cierto

y sin embargo callas…

Pero, mírate, pequeña,

y recuerda que en ti
todo lo grande duerme.


AMOR DE TULUM
Hermosa es la mujer

que de mis ojos se va caminando al mar.

En la arena su falda 

dibuja la pausada línea de las aves…

Turquesa en el turquesa,

cadena de finas palmas y leves huellas,

la siguen, ardientes:

sobre el agua se yergue un templo de sal.


 EL FIN DE LAS ETIQUETAS
La mosca se levanta de la mesa 

y domina los cuartos desde el techo,
atraviesa puntualmente el pasillo
que comunica el mar con el paisaje.

Penetrante en la luz es su zumbido

una burbuja más dentro del agua…
navegando descubre entre los botes 
el borde iluminado del mantel.

El fondo es sucio, lo que mira es claro:

esta vida que flota vacilante
con aire de papel, blanco de luz,
nada recuerda ya de las palabras.


NO PASA NADA
La vida es una película en blanco y negro 

donde no se alcanzan a leer los subtítulos…
tal parece que la muerte no descansa
ni a sol ni a sombra.

Se echan a rodar pequeños mundos

a la orilla del sueño
con el viento del dolor
y la inclinación de los recuerdos.

Pero no pasa nada…

allá en el fondo de la pantalla
no hay reproche posible
ni tristeza mortal en la pareja.

Sólo una sed de imágenes

apagada dulcemente
en el manantial de la costumbre
donde las palabras toman cuerpo.


MI TRIBU
La tierra es la misma 

         el cielo es otro.
El cielo es el mismo 
         la tierra es otra.

De lago en lago, 

de bosque en bosque:
¿cuál es mi tribu?
-me pregunto_
¿cuál es mi lugar?

Tal vez pertenezco a la tribu

de los que no tienen tribu;
o a la tribu de las ovejas negras;
o a la tribu cuyos ancestros 
           vienen del futuro:
una tribu que está por llegar.

Pero si he de pertenecer a alguna tribu

-me digo-
que sea a una tribu grande, 
que sea a una tribu fuerte,
una tribu donde nadie
quede fuera de la tribu,
donde todos,
todo y siempre
tengan su santo lugar.

No hablo de una tribu humana.

No hablo de una tribu planetaria.
No hablo siquiera de una tribu universal.

Hablo de una tribu de la que no se puede hablar.
Una tribu que ha existido siempre

pero cuya existencia está todavía por ser comprobada.

Una tribu que no ha existido nunca

pero cuya existencia
podemos ahora mismo comprobar.



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