jueves, 2 de agosto de 2012

sólo llueve de Macondo a Avándaro

Macondo está en la tierra de los libros,
 que es donde lo bello se conserva.
 No es una dirección, sino la ruta de la páginas
 (Gabón, en un twitt)

La lluvia que cae en Macondo será ¿el renovado aguacero de Avándaro?. Todo está húmedo aquí, el suelo, ya musgo reinante y prodigioso, la madera de las puertas, la tierra, llueve cada día de sol a luna, de ànimo gris al arrebol. Nada puede secarse y si reverdece, las mantis saludan constantemente desde sus diminutas y picudas cabecitas, mis pies desean deslizarse y llegar, sólo llegar. Pero entre aguaceros a dónde ir.Qué decir, cómo si la lluvia está allí entra, sale, a cada sonido, ella allí, brotando del cielo, aventando rayos estridentes que quemas mis ocotes centenarios. El sembrado musgo es feliz, cada rincón elegantemente adquiere su alfombrita musguil. Casi me descubro muda y verde.En este macondo portátil también los espíritus del agua tienen tapetitos para meditar, aqui junto a mi..(en otoño será Cómala, Macondo-avandaro prepara solo el alfombrado)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

confesar que he caminado este viaje inmóvil aún

Muro de la confesión. 1. Extrañar mis pasos perdidos en estas calles ateridas. Ya no camino por sus orillas, me pierdo en la vigilia de mi c...